LA PRIMERA MAQUINA DE REALIDAD VIRTUAL

 

Primera maquina de realidad virtual

        La primera maquina de realidad virtual "SENSORAMA"



Aunque a día de hoy estamos acostumbrados a hablar de realidad virtual, aumentada y mixta, hubo un tiempo en el que todo esto era pura ciencia ficción. También hubo pioneros que desafiaron al tiempo como Morton Heilig, que a finales de los cincuenta diseñó la que se convertiría en la primera máquina en encajar en la definición de realidad virtual, fue creada a finales de los 50. 

La llamó Sensorama, y ni era un videojuego ni tenía que ver con los ordenadores. Ofrecía más bien una experiencia cinematográfica inmersiva multisensorial en la que podías experimentar la sensación que produce conducir una moto. No sólo te introducías en las imágenes, sino que te permitía sentir el viento sobre tu cara y el olor del entorno por el que conducías, algo que a día de hoy todavía no se ha logrado recrear en la realidad virtual moderna.

Fue el inicio de una aventura que nos ha llevado desde aquella rudimentaria máquina con aspecto de recreativa hasta las gafas de realidad virtual de hoy en día. Sin embargo, hay cierto debate sobre si se debería considerar a Sensorama como el primer dispositivo VR, ya que pocos años después se inventaron dos modelos de gafas de realidad virtual con un aspecto muy parecido a las de hoy en día, uno de los cuales corrió al cargo del mismo creador que el Sensorama.

                     Planos de la patente del Sensorama

Como ves en el plano de la patente, el dispositivo tenía el aspecto de una recreativa, pero con un visor en el que metías la cabeza para conseguir la experiencia inmersiva. Este visor es el que utilizaba una pantalla estereoscópica a color para reproducir imágenes en tridimensionales que le dieran la sensación al usuario de estar dentro de la película.

Porque la idea era esa, la de crear un tipo de cine multisensorial. Por eso, el aparato estaba también equipado con ventiladores, emisores de olores y un sistema de sonido en estéreo. Con ellos, si reproducíamos una película de motos podríamos oír el rugir de su motor, sentir el viento en la cara y oler la zona por la que condujésemos. También había una silla móvil para acercarse mejor al visor y poder poner cómodamente la cabeza en su interior.

    Sensorama Motion Picture Projector y la Sensorama 3-D Motion Picture Camera 


Para sacar provecho de su invento, Morton Heilig creó una cámara con la que grabar películas con sensación de tres dimensiones, que era poco más que una cámara frontal con otras dos laterales para las imágenes periféricas. Con ella creó seis pequeños cortos con los que poder hacer las primeras pruebas reproduciéndolos en su dispositivo.

El Sensorama también tenía un panel de control, el cual nos permitía interactuar con la película que estábamos viendo para ofrecer una experiencia todavía más inmersiva. Esto es precisamente lo que le ayuda a cumplir con las características de Realidad Virtual, ya que es un entorno que ves, que tocas y con el que puedes interactuar.







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